Viña 27 Chardonnay

Raimat Viña 27 Chardonnay, con tapón a rosca

La bodega Raimat presenta su nuevo «Viña 27 Chardonnay» que no necesita sacacorchos. ¿Porqué?, porque su tapón es de rosca.

Viña 27 Chardonnay

Se veía venir, pero los más incrédulos no nos lo creíamos. Pensábamos que en España esto no iba a pasar, pero pasó.

La pionera en cambiar el corcho por el aluminio en las botellas de vino ha sido la bodega leridana D.O. Coster del Segre Raimat  (perteneciente al grupo Codorníu), la cual ha sacado al mercado «Raimat Viña 27 Chardonnay«, su primer vino embotelladlo con tapón de rosca o «screw cap».

El caso es, que si bien se pierde en la vistosidad del descorche, se gana en ventajas para el vino, ya que según los enólogos de la bodega, este sistema de cierre contribuye a la adecuada conservación de los aromas, sabores, acidez y frescura del vino.

Raimat ha puesto en marcha desde su web el concurso “No le des más vueltas”, con el que pretende retar al usuario a mostrar con fotografías y vídeos como abren ellos una botella y darles la oportunidad de ganar una estancia de un fin de semana en el Castillo de Raimat.

En la web existe también un espacio llamado “Screw Cup” donde los enólogos de las bodegas nos muestran, a través de un vídeo y diferentes contenidos, la funcionalidad y ventajas que nos ofrece el nuevo tapón de rosca que Raimat ha incorporado a las botellas de la gama Chardonnay.

No sé por qué estamos concienciados de que el tapón de rosca se usa para vinos de «bajo nivel» cuando muchas veces es el caso contrario.

El tapón de rosca o «screw cap» es un cierre giratorio con sello de seguridad realizado en un tipo polímero que se usa sólo para alimentación (PVDC).

Estos tapones disponen de una cubierta de aluminio aleado con vueltas de rosca y un revestimiento interior esponjoso de múltiples capas y cubierta de hojalata envuelta en plástico impermeable.

Es precisamente esta última parte la que está en contacto directo con el vidrio de la botella y el vino de su interior. El cierre se produce realmente cuando esta parte se comprime contra el cristal de la botella lo que produce un sellado neutro y hermético.

La calidad y preservación del vino son las principales ventajas que aporta el tapón de rosca, aparte de la comodidad de no usar sacacorchos y el toque de modernidad que nos ofrece la botella.

Este tipo de sellado evita la oxidación del vino (blanco o tinto, indistintamente), permitiendo en todos los casos un  desarrollo controlado de la calidad final del producto, tanto en sabores como en aromas.

De hecho, el envejecimiento del vino en una botella es una evolución de los caracteres naturales en el vino y que, con el tiempo, ocurre independientemente del cierre de botella que se utilice.

El tapón de rosca aparte de permitirnos abrir y cerrar fácilmente la botella, nos facilita su almacenamiento y conservación tanto en posición horizontal como vertical.

El caso que sobre el papel convencen las cualidades de usar el tapón de rosca en las botellas de vino, pero,  ¿y en la realidad..?

¿Tú qué opinas?

Vía: marketingnews

Más información: raimatviñas.com

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