Dutch, invento genial para pagar a medias en restaurantes (2)

Dutch, invento genial para pagar a medias en restaurantes

Con este dispositivo, Dutch, tendremos la posibilidad de pagar cada uno nuestra parte correspondiente, con varias tarjetas de crédito a la vez, sin necesidad de sacarnos los colores cuando nos ponemos a dividir, contar y apoquinar hasta el último céntimo que nos queda en el bolsillo para pagar nuestra comanda..

Dutch, invento genial para pagar a medias en restaurantes (2)

Seguro que en más de una celebración de estas os habéis encontrado con la intención de dividir la cuenta del restaurante con tus colegas o compañeros y todos preferiríais pagar con tarjeta de crédito para dejaros el «cash» para las copas de después.

Pues con este dispositivo, Dutch, tendremos la posibilidad de pagar cada uno nuestra parte correspondiente, con varias tarjetas de crédito a la vez, sin necesidad de sacarnos los colores cuando nos ponemos a dividir, contar y apoquinar hasta el último céntimo que nos queda en el bolsillo para pagar nuestra comanda.

Pese a que es una buena idea, diseñada por los chinos Jung Chul, Su Miran, Lee Chang Ho, Lee Kiho y Shin Youngmi, todavía es un prototipo que busca quien lo fabrique de manera industrial.

Además de cobrarnos a cada uno lo nuestro, con nuestra tarjeta de crédito, la pantalla del Dutch muestra la cuenta total, con todo lo que hemos consumido y los impuestos correspondientes.

El camarero solo tendrá que seleccionar lo que cada uno se ha tomado y la parte que le corresponde de los impuestos, ya que se calcula automáticamente. Luego sólo tiene que pasar la tarjeta por la ranura, firmar y listo. Aunque también tiene la opción de dividir la cuenta entre los comensales (hasta un máximo de 8 personas) o de cobrársela a uno sólo (esto ya es más difícil).

Dutch, invento genial para pagar a medias en restaurantes (1)

En España no se si tendría éxito ya que somos unos extremistas a la hora de pagar la cuenta. O bien sacamos todos a la vez la cartera, con el consiguiente cabreo del camarero, o bien, repentinamente, nos entran unas ganas terribles de ir al baño y, cuando pedimos la cuenta, el cabreo se lo agarra el único que se queda en la barra.

Vía: cookingideas.com

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