Bock-Damm

Cerveza Bock-Damm, la «Negra Munich»

Bock-Damm, la «Negra Munich» cuyo origen se remonta a 1888, retoma la publicidad de los años 60 para recordar su historia centenaria.

Bock-Damm

Si la campaña publicitaria sobre Voll Damm está enfocada hacia una cerveza con mucho cuerpo, el doble concretamente, esta cerveza también lo tiene, es para tomar con calma, mucha calma, manteniéndola siempre fresquita, es una cerveza para disfrutar, si tienes mucha sed te bebes una Estrella Damm y después la Bock Damm, es ideal para pasar la tarde o la noche, en la terracita de verano, una tertulia en buena compañia …….

El nombre de ésta cerveza viene de una derivación de «Beck”, (simplificación de Einbeck) a Bock, en alemán, y de ahí viene el icono de la Bock Damm ya que significa macho cabrío, el animal que representa a la Negra Munich.

El grabado que aparece en la Bock-Damm de hoy es una reproducción del símbolo original de la etiqueta de 1888.

El origen de ésta cerveza se remonta al siglo XIV en Einbeck, aunque la guerra de los 30 años (1618-1648) provocó su desaparición.

Más tarde, el temor a que la contienda la enterrara en el olvido llevó al duque de Baviera, Maximiliano I, a encargar al Maestro Cervecero de Einbeck, Herr Pilcher, que rescatara y traspasara los secretos de la elaboración de la Bock a Munich, convirtiéndose así en la ciudad impulsora de este método.

Así fue como Munich quedó para siempre asociada a Bock: “La Negra Munich”. Damm concibió su primera Bock-Damm en 1888, siguiendo las técnicas de elaboración tradicionales de los maestros cerveceros de Munich para recuperar el auténtico espíritu de la Negra Munich.

La cerveza negra sigue siendo una gran desconocida en nuestro país.

Falsos mitos giran en torno a esta variedad cuya característica distintiva es el color oscuro que le confiere la malta tostada.

Más allá de este rasgo común, existen multitud de factores que diferencian los distintos tipos de cerveza negra, como el origen geográfico o el grado de fermentación.

Cada uno de estos tipos presenta características organolépticas heterogéneas, así como grados de alcohol y momentos de consumo también diferentes.

La virtud de la Negra Munich se manifiesta en su sabor peculiar.

En cata, ofrece unos valores llenos de matices: cuerpo vigoroso, sabor acentuado a malta tostada (discretamente amargo) con un final vagamente dulce.

Más info.: Bockdamm.com

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