Buñuelos de viento

Buñuelos de viento

De los Buñuelos de viento dicen, que cuando te comes uno, sacas un alma del purgatorio. Pero que duda cabe que esta receta esta ligada por tradición al día de todos los santos

Buñuelos de viento
Durante la persecución del emperador Diocleciano hubo tantas muertes que no se podían conmemorar todas una por una y Santo por Santo, así surgió la necesidad de organizar una fiesta común que pudiera rememorar a todos y eso ocurrió a partir del siglo IV.La fiesta inicialmente se hacía en el mes de mayo hasta que el Papa Gregorio III la cambió al 1 de noviembre, fecha que ha venido celebrándose hasta nuestros días.

Y es que desde que el hombre empezó a enterrar a sus muertos, ha sentido la necesidad de seguir manteniendo un lazo invisible con sus seres queridos desaparecidos.La fiesta y la diversión no está tanto en el bar como en el camposanto, es más elegante ir de negro que de fantasma, y resultan más bonitos los crisantemos que las calabazas, aunque éstas brillen más en los bares españoles últimamente.Para éste día de Todos los Santos lo mejor es hacer una buena merienda con esos buñuelos de viento tan ricos. Con más morbo además, si tienen leyenda.

Por su parte, los huesos de santo que son  unos canutillos de mazapán rellenos de chocolate, crema, yema o boniato, para algunos, fingen el canibalismo sano, si uno se come a los muertos simbólicamente es porque se les respeta y no se les tiene miedo.

¿No será también porque comiéndonos un hueso de “santo” quizás se nos pegue algo de su santidad?.

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Buñuelos de viento
De los Buñuelos de viento dicen, que cuando te comes uno, sacas un alma del purgatorio. Pero que duda cabe que esta receta esta ligada por tradición al dia de todos los santos
Buñuelos de viento
Votos: 1
Valoración: 5
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Tiempo de preparación 30 minutos
Raciones
16 buñuelos
Ingredientes
Tiempo de preparación 30 minutos
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16 buñuelos
Ingredientes
Buñuelos de viento
Votos: 1
Valoración: 5
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Instrucciones
  1. En un cazo a fuego suave, se ponen el agua, la leche, la mantequilla y la sal.
  2. Cuando arranque el hervor y la mantequilla esté fundida, se añade toda la harina de golpe, se mezcla con una cuchara hasta obtener una pasta bastante seca, que se enganchará en las paredes del recipiente.
  3. Se retira del fuego, se deja que enfríe un poco y se añaden uno a uno los huevos, trabajando hasta que se obtenga una masa fina y suave, pero no liquida.
  4. Para dar forma a los buñuelos, se pueden utilizar dos cucharas untadas en aceite o con los dedos tambien humedecidos en aceite, y, en una sartén con abundante aceite de girasol, se fríen los buñuelos.
  5. Se les da la vuelta con una espumadera, y se sacan de la sarten cuando esten completamente dorados, se retiran y se dejan escurrir sobre papel absorbente.
Notas de la receta

Se puede rellenar a los buñuelos de viento a gusto del consumidor, crema pastelera, de chocolate, toffe, etc.

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