Lata de refresco

Un solo refresco al día perjudica la salud del corazón

Según un estudio estadounidense, tomar un solo refresco al día podría perjudicar, a la larga, la salud de su corazón.

Lata de refresco

Da igual que sea baja en calorías o no, ya que ninguna de las dos se salva del estudio. «Tomar uno o más refrescos al día está asociado con un incremento del riesgo de desarrollar síndrome metabólico (un conjunto de factores de riesgo para el corazón, como hipertensión u obesidad abdominal), independientemente de si la bebida es normal o «light'», explican los autores de este trabajo que se ha publicado en el último ejemplar de la revista “Circulation”.

Muchos consumidores ya no saben comer sin este tipo de bebidas, y claro las empresas que lo hacen lo saben y nos ofrecen muchísimas variedades de este tipo de refresco, y claro su consumo ha aumentado considerablemente en los últimos años y, aunque varias investigaciones han asociado este incremento con la epidemia de obesidad y diabetes que estamos padeciendo, no sabemos lo que nos puede acarrear en un futuro sobre su efecto en la salud cardiovascular.

Además, la investigación también puso de manifiesto que la probabilidad de padecer hipertensión, obesidad o problemas de colesterol de forma independiente también se incrementaba considerablemente entre los amantes de las burbujas.

«Estos datos plantean la posibilidad de que puede ser necesario desarrollar medidas de salud pública para limitar el incremento del consumo de refrescos. Esto podría estar asociado con un descenso de la prevalencia de los factores de riesgo metabólicos en adultos», explican los autores de este trabajo.

La investigación no ha podido averiguar cuál es la causa de esta probable relación entre los refrescos y el síndrome metabólico.

Varias investigaciones anteriores habían remarcado que un consumo elevado de refrescos era perjudicial por el incremento en la ingesta de calorías que conlleva. Sin embargo, los resultados de esta investigación sugieren que esta podría no ser la única explicación ya que, de lo contrario, los refrescos ‘light’ no se hubieran asociado con un aumento del riesgo metabólico.

Otra de las posibles razones podría radicar en que, en muchas ocasiones, el consumo de muchos refrescos se acompaña de malos hábitos alimenticios. Y, aunque los investigadores tuvieron en cuenta el consumo de ciertas grasas, productos ricos en calorías y práctica de ejercicio, también reconocen que quizás «otros hábitos de vida o alimentarios que podrían contribuir al aumento de los riesgos metabólicos», no hayan sido valorados en el estudio.

El trabajo tiene otras limitaciones importantes, como el hecho de que trata de un estudio observacional.

Esto implica que sus conclusiones necesitan ser corroboradas posteriormente por otras investigaciones clínicas que puedan demostrar una relación directa de causalidad entre ambos factores.

Precisamente en este punto han hecho hincapié los representantes de la industria de bebidas estadounidense tras la publicación del estudio. Según recoge la CNN, la Asociación de Bebidas Americana ha remarcado que el estudio «no prueba ninguna relación entre los refrescos y un incremento en el riesgo de la enfermedad coronaria».

«Las afirmaciones realizadas podrían aplicarse a cualquier producto calórico. Si consumes demasiado de cualquier comida o bebida con calorías, esto repercutirá en tu salud», concluyen.

Razón no les falta, a mí en particular no me gusta mucho este tipo de bebida, me inclino más por una cerveza bien fría o una copa de vino, pero algunos fines de semana que comemos en familia, allí si que ponemos primero esta bebida y después el agua que sólo bebemos un familiar y yo.

Vía: elmundo.es

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