adaro prado rey
adaro prado rey

Adaro de PradoRey

Adaro, el vino de pago con más personalidad de Bodegas y Viñedos Pradorey, lanza su añada 2015 con una imagen renovada, una botella más original y una etiqueta homenaje a Javier Cremades de Adaro, fundador de la bodega

Adaptarse a los tiempos sin faltar a la tradición ha sido siempre el hilo conductor en la historia de Pradorey. En estas bodegas, una de las más reconocidas de la Ribera del Duero, la innovación ha sido el motor de cada paso que ha dado, y la pasión y la constante búsqueda de la excelencia.

adaro ribera del duero

Esa constancia ha dado lugar a vinos tan especiales y auténticos como Adaro, uno de los vinos con más personalidad de la bodega, que se presenta en su añada 2015 con un nuevo aspecto: una botella de líneas más elegantes y una etiqueta más moderna que rinde homenaje a Javier Cremades de Adaro, fundador de Bodegas Pradorey.

Este nuevo aspecto atiende precisamente a esa dicotomía de pasado y presente, de artesanía e innovación que definen Pradorey y, más concretamente, Adaro. En la etiqueta, la imagen de Javier Cremades de Adaro en dibujo rayado evoca nostalgia y precisión (la propia de esta técnica) y a la vez la modernidad de una etiqueta pocas veces vista en un vino. Al lado de Javier, la cita «La osadía de creer en uno mismo» habla de una historia revolucionaria, la de un valiente que allá por la década de los 80 fue el único que supo ver en la finca burgalesa Real Sitio de Ventosilla el lugar ideal para elaborar vinos de calidad. Este cambio de look con el que Adaro sale al mercado también se deja ver en una botella nueva, de líneas limpias y redondeadas, más elegante, sofisticada y actual.

adaro de pradorey 2015

Adaro 2015 está hecho con uvas 100% Tempranillo procedentes del Pago Salgüero, al sureste de la finca y a una altitud superior a los 800 metros. Este pago se caracteriza por los suelos arcillosos con un alto porcentaje de piedra caliza, ricos en nutrientes y agua que dan como resultado vinos elegantes, con cuerpo y con ese abanico de sabores tan propio de la uva tempranillo.

Vendimiado de forma manual, fermentado con levaduras autóctonas, criado durante 12 meses en barrica de roble francés y esloveno y con un paso de 3 meses en conos de madera francesa de los bosques Nevers, el resultado es un vino muy personal de color rojo picota brillante con matices de azul, ya en nariz expresa toda su intensidad con predominio de aromas afrutados que se fusionan con la vainilla y el regaliz de su crianza en barrica.

Al gusto resulta elegante, sabroso y fresco, un sorbo agradable por la combinación de la fruta con los taninos aterciopelados, y un final elegante.

Sin duda alguna estamos hablando de un vino único para disfrutar de momentos inolvidables…

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