Una forma diferente de hacer comer verduras a los niños es preparar este tipo de "falsa pizza de verduras" o "tarta de calabacines y beicon". Lo mejor es que puedes cambiar el calabacín por cualquier otra verdura de temporada como coliflor, berenjena, etc.
Reconozco que las berenjenas en casa gustan, y mucho. Si bien hace unos días os mostramos como elaborar unas berenjenas rellenas y rebozadas, hoy os dejamos otra receta de berenjenas rellenas de carne picada. Una elaboración que, acompañada con una simple ensalada, puede ser un delicioso plato único.
Hace muchos años los canelones de carne era el plato de pasta preferido en mi casa. Pero con los cambios de hábitos, y la falta de tiempo, los canelones dieron paso a la Lasaña de carne. Un plato con los mismos ingredientes pero con menos tiempo de elaboración que, aunque no lo parezca, eso de rellenar canelones lleva su tiempo. Y si de ahorrar tiempo hablamos, no hay mejor "invento" en la cocina que la pasta precocinada. Con ella se reduce considerablemente el tiempo de elaboración, y con este tipo de pasta hemos preparado ya varios tipos de lasaña, a cual mejor: de cecina, de setas, de verduras, etc.
Ayer el peque me pidió para comer lasaña de carne, su plato favorito. Y como era su cumpleaños, no le pude decir que no. Pero cómo suele pasar a la hora de preparar una receta "especial", siempre te falta algún ingrediente, esta vez faltaba en mi despensa las "dichosas" láminas de lasaña. Sin encambio tenía unos cuantos envases de tallarines y espaguetis de varios tipos (negros, de salmón y de huevo) abiertos de otras ocasiones, para usar como capas de pasta. No he tardado mucho en convencer al peque de cambiar las placas de lasaña por unas capas de espaguetis. El resultado le ha gustado tanto que para la próxima ocasión en vez de lasaña me pedirá pastel de espaguetis y carne.
Echando mano de las verduras que teníamos en nuestra despensa, y una masa de hojaldre que hemos comprado para la ocasión, hemos elaborado un pastel de patatas y calabacín. La receta del pastel de patatas y calabacín, aunque parezca algo laboriosa, nada más lejos de la realidad. Aparte que, sólo por degustar un trozo de este pastel salado, la espera merece la pena.
Levantad la mano quien no tenga en su despensa o nevera uno o más calabacines. Una, dos, tres, cuatro personas... A estas alturas del verano raro es el hogar que no tenga en estos momentos un calabacín. Y es que este año han sido muchos los familiares, amigos o vecinos que les han dado por plantar en su patio, corral o balcón su huerto particular con, entre otras verduras, cebollas, calabacines, tomates y pimientos.
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