Seta trompeta de los muertos

Seta trompeta de los muertos

Una de las setas que más «repelús» da en el mundo micológico es la Craterellus cornucopioides. Igual si no la conoces por su nombre científico no sabrás que os estamos hablando de la trompeta de los muertos. Una seta que asombra tanto por su nombre como su aspecto y su forma, precisamente de trompeta, cuerno o embudo.

La Trompeta de la muerte, también conocida como Trompeta negra o Trompeta de los Muertos, es una seta reconocible visualmente que tiene entre cinco y diez centímetros de altura, un sombrero que es una prolongación del pie formado por unas paredes muy delgadas y delicadas con textura de pliegos, y un color que va desde el gris ceniza oscuro al negro.

Seta trompeta de los muertos

Esta seta es muy frágil y su tratamiento en la cocina debe de ser muy cuidadoso, donde se utiliza como ingrediente principal o bien como acompañamiento para carnes, pescado o recetas de pasta.

Como casi todas las setas, la trompeta de la muerte es estacional y podemos encontrarla fresca en otoño, aunque el resto del año no hay problema en adquirirlas deshidratadas y molidas.

La trompeta de los muertos coexiste a veces con su pariente, el Rebozuelo (Cantharellus cibarius), con el que también comparte, además de parentesco y hábitat, el período de fructificación, siendo de las últimas setas que podemos recolectar en otoño. De su primo, el Rebozuelo, os hablaremos próximamente.

Pero antes de eso, te aconsejamos, ya sea en fresco, desecada o en polvo, que no tengas miedo a la Trompeta de la Muerte y la utilices en la cocina. En forma de revuelto, al ajillo, en salsa, con huevos fritos, salteada, guisada…, al final te gustará.

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