Esta es una receta de las que denominamos "de toda la vida". Una elaboración que era nuestra favorita cuando éramos niños, y que hoy en día lo es de nuestros hijos. Esa combinación casi mágica de pasta con chorizo y tomate frito no suele faltar una vez al mes en nuestro menú semanal. Aunque a veces, muchas veces, incorporamos otros ingredientes (a modo de reciclaje), que tenemos en nuestra despensa qué mejora notablemente la receta "original".
El marmitako es un guiso a base de pescado y patatas, típico de la cocina marinera vasca, que tiene su origen en los barcos de los pescadores. El cocinero encargado de preparar la comida en los barcos de pesca aprovechaba los restos de los pescados que habían sido preparados para enviar a las conservas. El nombre, Marmitako, proviene de la palabra marmita, recipiente donde se preparaba el guiso a bordo de los barcos. Con el tiempo la receta de este guiso se fue perfeccionando y enriqueciendo con otros ingredientes hasta llegar al marmitako de hoy, una receta muy popular en el País Vasco y resto de España.
El otro día saqué un envase con caldo de cocido con la intención de preparar una sopa con él, pero cambié de idea.
La verdad es que no tenía previsto publicar esta receta, ya que solamente es caldo de cocido y arroz Bomba, pero viendo el gran resultado y lo mucho que nos gustó, aquí os dejo la receta del risotto de caldo de cocido.
En verano buscamos recetas sencillas y resultonas que nos saquen de un apuro en un momento dado. Es el caso de la receta que os mostramos hoy: Ensalada de higos, requesón y bacalao. Una propuesta que ha sido todo un éxito, para el poco tiempo que necesita de preparación.
Cucurbita moschata, zapallo de invierno o simplemente calabaza butternut, esta verdura versátil y con un delicioso sabor dulce es el ingrediente estrella de esta receta de Crema de calabaza suave, sana y deliciosa.
Aunque nosotros nos hemos decantado por una crema de calabaza, su carne admite todo tipo de preparaciones culinaria: horneada, frita, cocida, asada o cruda. Además su piel se puede utilizar como recipiente y las pipas las podemos tostar e incorporar a muchas recetas o comer como tentempié.
Como cada año, por estas fechas, nuestra cocina se llena de aromas otoñales característicos de los productos que nos ofrece esta estación. Entre los productos principales que llegan a nuestra despensa, cuando el frío acecha, son las legumbres. Secas, en harina, frescas, en conserva, etc. Las formas en que las encontramos en los lineales del supermercado son tan diversas que se adaptan a infinitas formas de consumo y a muchos tipos de cocina.
A uno de los postres más tradicionales, los buñuelos de viento, los hemos rellenado de manzana e incorporado un inusual...
Dentro de las muchas variantes que nos ofrece la elaboración del «arroz» hoy os ofrecemos esta receta que preparamos el...
Actualmente el mejillón nos lo presentan de muchas maneras: frescos, al vacío, en salmuera, cocidos, congelados, etc. Nosotros en esta ocasion no hemos encontrado mejor manera de prepararlos que esta deliciosa receta de mejillones en salsa picante, un pincho o tapa de lujo para picar o servir como entrante.
El Pak Choi es una hortaliza pariente de la col, de hojas verdes y tronco blanquecino, que a simple vista podemos confundir con la acelga. Ni es tan grande como las hojas de las acelgas ni tiene ese particular sabor. Al contrario, es una verdura un pelín dulce que combina a la perfección con cualquier ingrediente ya sea carne o pescado. En esta ocasión hemos preparado unas Pechugas de pollo al horno con Pak Choi. Una receta sin apenas grasas, y que hemos elaborado en el horno.
La verdad que antes de elaborar este aperitivo de huevo, queso y jamón en tempura mi primera opción era, en vez de la tempura, rebozarlo en bechamel y en huevo y pan rallado. Pero si os soy sincero, una vez visto el desarrollo de la receta y su posterior resultado, creo que ha sido todo un acierto este cambio.
La primera sociedad que consumió buñuelos fue la morisca. Sus ciudadanos, gente de medios humildes, que habitaba los territorios del Sur de España y ocupaban puestos de trabajo de baja categoría, desempeñaban también el oficio de vendedores ambulantes de buñuelos. En Sevilla y Granada eran postre típico los buñuelos fritos en aceite cubiertos de miel. Por otro lado, esta especialidad fue adoptada por los gitanos tras la expulsión morisca y perpetuada hasta la actualidad.