Caldereta de cordero, Cordero guisado con alcachofas, Guiso de Cordero con alcachofas, y así hasta varios más, son los nombres que podemos dar a este guiso de cordero tan tradicional. Una elaboración muy sencilla que tiene un sólo secreto, "hacerlo con mucho amor". Y esto sirve para tener un plato exquisito, pleno de sabor y, sobre todo, casero.
Esta receta de "pollo en salsa de coco" no es muy complicada de hacer, es más, después de preparar el pollo de muchas maneras (a la miel, en pasta filo, a la naranja, croquetas, etc.), me sorprendió muy positivamente el resultado, aunque no fui el único, ya que al resto de la familia también le gustó.
En Semana Santa mi madre llevaba a rajatabla el no comer carne los Viernes de Cuaresma. Lo odiaba. Eso de comer siempre, esos viernes, potaje de cuaresma y pescado era para mi el peor de los castigos. Ahora soy yo quien prepara todo tipo Potajes de garbanzos, con y sin bacalao. Cada persona tiene su preferida y todas están deliciosas, como la receta os mostramos hoy: Potaje de garbanzos y bacalao.
Sin duda el rodaballo es uno de los pescados que más gustan en casa y, aunque se encuentran normalmente en la pescadería todo el año, es en verano cuando más lo elaboramos. Este rodaballo con almejas es una receta que se elabora en un periquete y que nos ofrece un bocado exquisito en toda regla.
Que ricos están los guisos caseros, ¿verdad? Hoy os proponemos un guiso muy sencillo, económico: Pollo con alcachofas y guisantes. El pollo con alcachofas y guisantes es un plato de toda la vida que se prepara en un momento y que podemos tener guisado de un día para otro o, porque no, congelarlo y disfrutar de él en otra ocasión. Si quieres que el pollo con alcachofas de "más de sí" puedes acompañar el plato con unas sencillas patatas fritas o una ensalada de pimientos asados. De esta forma tendrás un plato único ¡para chuparse los dedos!
En una sartén con unas gotas de aceite de oliva, ponemos a dorar por ambos lados, los filetes del salmón sazonados. Pasados dos minutos por cada lado, añadimos los zumos de las naranjas y el limón. Cuando veamos que se va ha consumir, sacamos los filetes al plato donde le vayamos a servir, añadimos a la sartén el azúcar, los piñones y las pipas, removemos y lo esparcimos por encima del salmón.
¡Las recetas de cuchara se están apoderando de mis fogones! y esta receta de judiones y codornices es de la mejores. Después de probar unos "judiones (de bote) con sepia" quise probar a elaborarlos "en crudo". Se nota la diferencia, la textura, el sabor que le damos y, sobre todo, el tiempo de preparación.
Una curiosa y vistosa reinterpretacíon de los huevos fritos con patatas convertidos en "Huevo pochado con patatas, setas y jamón". Una receta muy fácil de hacer y que sorprenderá a tus invitados.
Dentro del mundo de la casquería hay ciertas piezas que son más deseadas que otras. Entre estas están las carrilleras o carrilladas, un corte de carne muy popular que se extrae de la cabeza de ciertos animales como el cerdo, vaca, cochinillo o cordero, estos dos últimos un poco más difíciles de conseguir.
Hace cosa de dos semanas estuve pasando unos días en Roma y allí probé un plato a base de polenta cubierta con carne de cerdo en tomate por encima y queso parmesano rallado. El caso que el plato era para una persona y le acabamos, mano a mano, mi mujer y yo. Un plato contundente y sabroso que nos sedujo desde el primer bocado. Fue allí cuando me di cuenta que en nuestra despensa tenía un envase de polenta. La primera receta que hemos elaborado con polenta han sido estos "caprichos de cerdo sobre polenta".
Para quedar bien en nuestro menú de Navidad no tenemos que estar mucho tiempo en la cocina, prueba de ello es esta Ensalada de jamón de pato, granada y vinagreta de turrón de Jijona que os proponemos como entrante para la cena de Nochebuena o la comida de Navidad.
Recuerdo de mi niñez, por estas fechas, que nos reuníamos toda la familia en casa de la abuela para hacer la tradicional matanza del cerdo. De todas las cosas que pasaban a lo largo de este gran día, lo que más me llamaba la atención era ver a mi abuela como recogía la sangre del animal y la removía con la mano para que esta no se cuajase y sirviese para elaborar unas morcillas de las cuales, treinta y tantos años más tarde me sigo acordando. Aunque si de morcillas hablamos, en el mercado podemos encontrar gran cantidad de empresas dedicadas a la elaboración de este producto tan tradicional de la gastronomía castellana que tiene en la provincia de Burgos, su epicentro particular.