Con la llegada del buen tiempo solemos "preocuparnos" más de lo debido por el cuidado de nuestro cuerpo. Empezamos a cuidar más nuestra alimentación y procuramos aumentar nuestra actividad física. Vigilamos más el aporte calórico de los alimentos que ingerimos y buscamos productos más "sanos", con menos grasas, menos sal y menos calorías y todo ello sin reducir la calidad y el sabor al que estamos acostumbrados.
